Hablar de una Peña Criolla es hablar de una noche mágica donde el alma del Perú se enciende en cada nota de guitarra, en cada zapateo, en cada brindis y sobre todo en cada plato. Es más que un espectáculo, más que una tradición, es el lugar donde el Perú se canta, se baila y se saborea.
En este blog de Bitute Fusión Food, ya hemos recorrido la intensidad del lomo saltado, la pasión detrás de un ceviche perfecto y hemos hablado de la fiesta que esta revolucionando a la ciudad de Madrid, pero hoy toca hablar un poco de la casa que es capaz de unir en un solo ambiente todas esas emociones, y solemos llamarla Peña Criolla.

Un escenario donde la emoción manda
Una Peña Criolla es una fiesta, sí, pero no cualquier fiesta, es una celebración viva de nuestra identidad, es un lugar donde se reúnen generaciones, donde el abuelo canta con lágrimas en los ojos ese vals que le recuerda su juventud, mientras los niños zapatean al ritmo del cajón como si lo llevaran en la sangre.
Ahí no se va solo a ver un show, se va a participar, a dejarse llevar por la marinera, por el landó, por el tondero. Se va a aplaudir con el corazón, a brindar con Pisco y a repetir ese coro que todos sabemos: “unida la costa, unida la sierra, contigo Perú”
No solo se va a participar en esa maravillosa peña criolla que podemos disfrutar los viernes, sábados y domingos, si no que también se va a disfrutar de la deliciosa gastronomía criolla que ofrecemos en Bitute Fusión Food, siendo una combinación perfecta entra cantos, aplausos, pisco sour y la exquisita comida.
El sabor también canta
No hay Peña sin sazón. Y en Bitute Fusión Food, lo sabemos bien. Porque así como un buen vals necesita sentimiento, un buen plato necesita historia y alma, en cada ceviche, en cada causa, en cada seco de cabrito que servimos, hay un pedazo de esa Peña que vive en nuestro corazón.
¿Quién puede imaginar una noche de jarana sin un ceviche norteño con su leche de tigre intensa, su yuyo y su camote glaseado? ¿O ese ceviche carretillero que llega con chicharrón y cancha, como salido de una esquina limeña en pleno mediodía soleado? ¿o qué tal si le agregamos una leche de tigre en copa, con sus camarones y su esencia poderosa, lista para levantar el alma?
Cada plato de Bitute es una invitación a la Peña, aunque estés lejos del Perú, es una forma de sentirte en casa, incluso aunque estés al otro lado del mundo, solo visitándonos puedes sentir por un ratito que regresaste a ese hogar, el cual dejaste metiendo tu vida entera en una maleta.
Música, alma y tradición
Lo que hace especial a la Peña Criolla no es solo la música, ni el baile, incluso ni la comida. Es ese sentimiento de pertenencia, de orgullo, de nostalgia. Es esa sensación de que en ese espacio, aunque sea por unas horas, todo está bien, que la vida duele menos si se canta un vals con el alma o si se baila una marinera con los ojos cerrados.
Y sí, claro que hay cajón, por supuesto que hay guitarra, claro que suena la voz de una criolla que nos recuerda que el amor también se llora. Pero también hay risas, abrazos, brindis. Hay historias contadas entre platos, como ese lomo saltado que declaramos rey en este mismo blog, o ese sudado de pescado que reconforta como un abrazo de mamá.
Una experiencia que no se olvida
Visitar una Peña Criolla es algo que se lleva por siempre, pero visitar la Peña Criolla que armamos en Bitute Fusión Food es volver a las raíces, a los domingos en familia, al barrio, al sabor de casa. Es una vivencia que deja huella, como esas tardes en las que el ceviche se convierte en protagonista de nuestras memorias y como cada nota que aún resuena cuando termina la fiesta.
En Bitute Fusion Food, cada plato que servimos tiene un poquito de Peña, Porque creemos que la cocina peruana no solo se come, se siente y si alguna vez te has emocionado al probar uno de nuestros ceviches, al morder un trocito de causa acevichada o al saborear una leche de tigre bien hecha, entonces sabes de lo que hablamos. La Peña Criolla no es un lugar, es un sentimiento, y ese sentimiento vive también en nuestra mesa.
Y si después de una buena jarana te queda el antojo de seguir viajando por los sabores del Perú, pero desde otra perspectiva, no tienes que ir muy lejos. A pocos metros, en la otra esquina, te espera Jama Fusion Food, sin duda el mejor chifa peruano de Madrid. Aunque ahí no suene la guitarra ni se escuche un vals criollo, lo que sí encontrarás es una sazón poderosa, auténtica y reconfortante, esa que transforma cada plato en una experiencia inolvidable. Un ambiente cálido, moderno, y lleno de sabor donde la comida peruana fusión se convierte en pura emoción servida al plato.